Dos silencios.

Armónico corazón
que palpita sin rumbo
suena a través de mi
suena en linea recta sin fin.

Hacia momentos insospechados de belleza infinita
donde ella grita y no se marchita
donde así sin mas, solo es.

Donde no distinguen su pequeñes
donde realmente no importa
si se ríe o se desploma.

Vaga en la tierra sin tiempo
y trepa con sus uñas las paredes del infierno
anhelando crear el paraíso
sobre las nubes del cielo tibio y sumiso.

Tal como él cuando amaba
cuando amaba con su pecho abierto
cuando lo hacia sin miedo
y la fatiga no tocaba sus dedos.


Escrito por Ámbar (letra negrita) y  Marco del Moral.