domingo, 19 de junio de 2016

Silencio de venus

La melancolía divina que percibo en el aire frió
mi bienestar en mi conciencia.
Lejos del sol, cerca de la luna.
Mi mejor refugio mi alma, mi interior
ser yo misma, permanecer en el momento.

Entregarme al concepto efímero de la existencia
para no sufrir y sentir miedo.
La vida transcurre cada momento
mientras la sangre fluye en nuestros corazones.

El ritmo y nuestras frecuencias están a flote
como barcos de madera solitarios en el mar.
Aquellos días de dolor, que no parecían tener sentido
cobran vida, en este día vació;
vació de drama, de lagrimas, de pena y de arrepentimiento.